Este simpático chanchito que en la foto flota entre las dos torres del edificio provocó más de un lío entre las autoridades locales al zafarse de sus amarras para darse un paseo recreativo por la ciudad de Londres en el segundo día de rodaje para el diseño de esta mítica carátula. Ceños perplejos de comandantes de abordo habrá sido la consecuencia de los anuncios que vertían los altoparlantes de Heathrow: los vuelos estaban demorados debido a que un cerdo volador había decidido obstruir las intangibles rutas aereas. Los radares de la Civil Aviation Authority fueron testigos de esta singular aventura hasta que la figura del porcino se les hizo inaccesbible al traspasar los 18.000 pies, contados así, uno por uno, utilizando el sistema imperial británico de medidas, tomando como punto de partida el blando terreno de Hyde Park y como punto de llegada la no menos blanda pero sí más gris porción de cielo londinense que establecía el límite superior de alcance de los sistemas de rastreo del año 1977. De esta manera, el más audaz de los puercos marcó un nuevo récord de altura de vuelo por parte de un animal de su especie, marca que ostentaba anteriormente él mismo por motivos obvios.
Al final, aterrizó sobre los pastos de una granja. Fue reparado y vuelto a elevar entre las torres de la Central de Energía Eléctrica de Battersea desde donde Storm Thorgerson pudo fotografiarlo. La cubierta final fue una combinación de la fotografía sacada al globo el tercer día con una de las imágenes del edificio tomada el primer día, cuando todavía Londres no imaginaba que algo pudiera interferir en su bajo, homogéneo, triste cielo encapotado.
3 comentarios:
"...marca que ostentaba anteriormente él mismo por motivos obvios".
Jejé, muy bueno. Menos mal que uno comienza o termina las promesas que nunca cumplirá con un sutilmente irónico "Cuando las vacas vuelen..." Dado lo arbitrario del animal elegido para el dicho (bueno, no tan arbitrario, el chiste no hubiese funcionado con un águila, por ejemplo, pero creo que sé entiende a dónde voy, y es por eso que este comentario ya nos aburrió a todos, incluso a mí)podríamos bien haber sido testigos, a poco de haber salido esta portada, del casamiento de señores ancianos y ricos con sus amantes rubias antes postergadas, o de las refacciones anunciadas con sorna por algún oscuro municipio y jamás vislumbradas por los tristes ciudadanos.
En lo personal, yo tendría que haber sentado cabeza y ese tipo de cosas, que acaso exigen que uno deje de escuchar Pink Floyd y de usar zapatillas con furiosas lineas color rojo furioso y de ser feliz de tanto en tanto.
Lindo texto. ¡Abrazo de gol!
Alejandro.
Buenísimo, Nacho. Felicitaciones por el blog.
En mi única visita a Londres, Martin, nuestro tachero de cabecera, nos llevaba al aeropuerto y, al pasar por Battersea Power Station (todos reconocimos la tapa del disco) nos reveló el bizarro dato de que dicho edificio fue (¿o sigue siendo?... I should improve my english...) el edificio con más ladrillos en toda Europa... ¿qué tul?
Abrazo,
(un día pasate por mi blog...)
Gracias chicos por los comentarios.
Ale: será hora de que te pongas a cumplir con tus promesas.
Ariel: no podía ser de otra manera que la banda de The Wall elija el edificio con más ladrillos de Europa.
Abrazos!
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